El jurado del Pritzker calificó la Opera de Sydney como "uno de los edificios más simbólicos del siglo XX", un edificio majestuoso que se yergue a modo de un inmenso velamen en el puerto de la metrópolis australiana. "Es una obra maestra, una imagen de gran belleza conocida ahora en todo el mundo, un símbolo no sólo de una ciudad sino de todo un país", agregó el jurado. Utzon, que el miércoles cumple 85 años, abandonó el proyecto de la ópera en 1966 después de un sonado litigio con el Gobierno del estado de Nueva Gales del Sur y de un aluvión de críticas del público, que encontraba el edificio demasiado abstracto. La ópera tardó siete años en acabarse y su creador nunca volvió a Australia para admirar lo que hoy es reconocida como una obra arquitectónica emblemática.
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